domingo, 30 de agosto de 2009

EVITE UN DOLOR DE CABEZA!!!!

Si Ud en algún momento por cualquier circunstancia dejó de abonar una deuda contraída con un banco o financiera, pasó el tiempo y le ofrecen refinanciarla siempre consulte previamente a un abogado especializado. El lo va a asesorar y va a poder informarle si la deuda esta prescipta o no, según la obligación que la generó (tarjeta, préstamo, cuenta corriente...).

Si Ud. cuando se siente mal va al medico, si le duele una muela al dentista, cuando tiene este tipo de inconvenientes CONSULTE A UN ABOGADO ESPECIALIZADO (su contador u otro profesional puede estar dando asesoramiento erróneo que posteriormente puede generarle a Ud. un perjuicio mayor).

Si una empresa de cobranzas lo está gestionando y presionando para que abone (ya sea telefónicamente o por medio de cartas), previo a hacerlo, como lo expongo más arriba, CONSULTE A UN ABOGADO ESPECIALIZADO. Si le dicen que en una semana le embargan la casa, el sueldo y lo van a dejar en la calle, eso es medianamente imposible atento que para esto ocurra debe haber un juicio previo y todas estas gestiones de cobro son extrajudiciales (o sea anteriores a la via judicial). El profesional que lo asesore asimismo, puede renegociar su deuda consiguiendo quitas (de intereses y a veces de capital), revisar si la liquidación que le hacen es la correcta y si Ud. va abonar, que abone lo que corresponde. Asimismo, puede incluir en la negocacion la actualización de sus antecedentes publicados en los mas usuales informes comerciales ya que los mismos no deben estar ETERNAMENTE publicados sino que la ley establece un plazo a partir del cual deben dejar de hacerlo. Honrar las deudas no significa pagar intereses y cargos exorbitantes ni vivir eternamente informado como moroso viendose privado de acceder a productos crediticios en el sistema financiero.

Cuando su abogado intervenga, dele pautas claras de cuanto puede pagar, si puede hacer un adelanto o no, sea realista y sincero. Al ir a una negociación se debe hacerlo con montos ciertos de lo que se puede abonar (ya sea en uno o varios pagos) y siempre dejar la puerta abierta a seguir negociando.

Cuando llegue a un acuerdo, repase antes de firmar el convenio. Si tiene dudas, plantéelas al profesional interviniente. Antes de estampar su firma todo es negociable, después de hacerlo, es su obligación cumplirlo y no hay “marcha atrás”.

Esperamos que estas sugerencias hayan sido de utilidad y quedamos a su disposicion por cualquier consulta.

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