martes, 8 de enero de 2013

Claves para no caer en los engaños de los bancos



Suelen aparecer sorpresas con las tarjetas de crédito o las cajas de ahorro

Por Matías Asconapé  | Para LA NACION

Francisco tiene 33 años y por su trabajo abrió una cuenta de sueldo y recibió su tarjeta de débito. Un año después, mientras chequeaba el resumen de cuenta, se encontró con que pagaba $ 15 mensuales por un seguro de incendio que no había pedido. De hecho, ni siquiera tenía casa propia. Reclamó y desde el banco reconocieron el error. Luego le quitaron el débito mensual, pero no le devolvieron el dinero ya abonado. Su caso es un ejemplo de cómo muchos clientes bancarios adquieren productos sin realmente saber qué es lo que compran ni cuánto deberán pagar por ellos. Después vienen los problemas.
La misión pasa por combatir la letra chica. Estar alerta y leer esas pequeñas líneas en negrita, donde se suelen esconder las malas noticias. O, al menos, asesorarse. "Los bancos no suelen decirles la verdad a sus clientes. En casi todos los casos quien va a sacar un préstamo o una tarjeta no se asesora previamente y luego surgen los problemas", destaca Osvaldo Riopedre, representante legal de la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua).
Entre otras cosas, los bancos no dicen que abren una cuenta paralela a la caja de ahorro para luego imputar ahí saldos que superen el giro en descubierto ni tampoco dicen que cobrarán por mes un costo de seguro y resumen cuando se otorga una tarjeta de crédito, más allá de que algún mes no se la use.
Sin embargo, no son todas malas noticias. "En los últimos años los bancos suelen considerar los reclamos que los clientes realizan para evitar juicios", describe la presidenta de Prevención, Asesoramiento y Defensa del Consumidor (Padec), Isabel Novosad.
Pero son más las malas que las buenas. Un estudio de la Defensoría del Pueblo de la ciudad dio cuenta de los principales trucos en que los usuarios deben poner especial atención para salir indemnes en sus aventuras bancarias. "La letra chica de los bancos hace que los clientes tengan dificultades ya que a veces es muy engañosa", alerta la defensora del cliente bancario de la ciudad de Buenos Aires, Graciela Muñiz.
En el caso de las tarjetas de crédito o débito, hay que estar atento con los problemas en la emisión de resúmenes, los cobros indebidos de renovación, los problemas al dar los plásticos de baja y la imputación de compras erróneas. "En el caso de las tarjetas de crédito hay que tener cuidado con el cargo anual, que muchas veces es de dudosa procedencia", apunta Novosad.
Cuando se trate de cuentas corrientes, cajas de ahorro, sueldos o jubilaciones, hay que prestar especial atención a los cobros de mantenimiento excesivos, los depósitos no computados, los movimientos desconocidos y la extracción automática no consentida, entre otros aspectos.
En muchos casos pareciera que es el banco el que hace un favor al consumidor, pero no es siempre tan así. Por ejemplo, puntualiza Riopedre, al adquirir una tarjeta de crédito para comprar un LCD en 24 cuotas, muchos consumidores no tienen en cuenta los costos que acarreará esa decisión. "En vez de un favor del banco, termina por ser un favor del cliente, que se fideliza por tres años con todos los gastos extras que incluye el alta de la tarjeta. Lo que hacen los bancos es una forma de violar la ley no explícitamente", cuenta Riopedre.
Para guiarse un poco más, los clientes pueden acceder al portal del Banco Central, donde se ofrecen recomendaciones para el cliente bancario. "Es una herramienta muy útil", destaca Novosad.
En el caso de que ya exista un conflicto, se puede acudir a las asociaciones como Adecua. "Muchos jueces están fallando en contra de los bancos", elogia Riopedre.
mibolsillo@lanacion.com.ar